Tarta de Queso con Fresas

Al principio de las vacaciones me propuse aprovechar el tiempo para poner al dia el blog y entre pitos y flautas no he subido mas que una entrada, en fin, ya se sabe, la familia, los amigos, las fiestas...

Hoy os traigo la tarta que preparé para la cena de fin de año, que vino mi hermano mayor César a cenar conmigo y con Álvaro a nuestra casa. Yo, como siempre, me emocioné e hice comida para 25 y una tarta para otros tantos... aunque os diré que tres dias mas tarde ya me la he papado enterita, ñam ñam ñam! Si esque me pierden los frutos rojos!

Bueno, vamos allá, ya vereis que facilita es de hacer. Normalmente siempre la preparo de un dia para otro, y esta vez aunque la hice el dia anterior, como le puse más gelatina de la que le solia ponier, en cuestión de 3-4 horas ya estaba lista.

Ingredientes:
(Para un molde de 28cm, ¡tiene que ser desmoldable!)

- Un paquete de galletas
- 150gr de mantequilla
- 350gr de queso cremoso
- 200ml de nata para montar
- 300gr de leche condensada
- 2 sobres de gelatina neutra royal (20gr)
- Un trarro de mermelada de fresa
- Fresas, moras, frambuesas y grosellas al gusto.


Preparación:

Para la base de la tarta primero trituramos las galletas, si teneis batidora perfecto! y si no, las colocamos dentro de un paño y con un rodillo las amasamos un poco. No quedarán igual de trituradas que con la batidora, pero sirve igual. 
Derretimos la mantequilla en el microondas con cuidado de no pasarnos y la incorporamos a las galletas, con una cuchara amasamos hasta que las galletas hayan absorbido toda la mantequilla y quede una pasta manejable. 
Colocamos la pasta en el molde y la aplanamos con ayuda de la cuchara. Metemos el molde en la nevera mientras preparamos la crema de queso.

Para la crema de queso, en un bol grande ponemos el queso, yo utilizo siempre el philadelphia porque tiene un sabor suave muy rico, pero cualquier otro vale igual. Añadimos la leche condensada al queso y batimos hasta que quede una crema homogenea, como son ingredientes que son fáciles de manejar se puede mezclar tanto con las varillas eléctricas como con las manuales de toda la vida. 
Montamos la nata y la reservamos. Para montar la nata es muy importante que tanto el bol donde la vamos a montar como la nata estén muy frios, eso facilitará muchisimo el trabajo. Podemos montarla con unas cucharadas de azucar o sin el, depende de lo dulce que querais que quede la tarta. En mi caso, como ya lleva leche condensada no le pongo mas azucar para que no sea tan dulce y se note el sabor a queso.
Ahora viene el paso mas delicado: La Gelatina. Cogemos 400ml de agua fria y separamos una tacita en la que tenemos que diluir bien los dos sobres de gelatina. El resto del agua la calentamos hasta que hierva y una vez caliente le añadimos la taza donde habiamos diluido los dos sobres de gelatina.
Añadimos esta mezcla a la mezcla del queso y la leche condensada y batimos bien hasta que esté todo incorporado perfectamente.
Añadimos la nata montada mezclando con cuidadito con una espátula para que la nata no se baje y cuando esté completamente incorporada volvamos la mezcla en el molde de la tarta y lo dejamos reposar en la nevera hasta que esté firme al tacto.

Para colocar la mermelada yo aconsejo calentarla un poco antes para que tenga una consistencia un poco mas liquida y sea mas facil de "untar".

Antes de servirla la decoramos a nuestro antojo con los frutos que hayamos conseguido... y a comer!!!

A mi me encantan los frutos rojos, pero tambien se puede hacer de melocotón, kiwi, frutas del bosque o cualquier otra fruta que os apetezca, el queso y las frutas ya sabeis que van de la mano :)